En nuestra plataforma, la Educación Primaria se estructura utilizando el método Montessori para ofrecer una experiencia de aprendizaje personalizada y enriquecedora.
Desde los 6 hasta los 9 años, ayudamos a los niños/as a explorar y explotar sus habilidades naturales en un entorno preparado que fomenta la autoexploración y el aprendizaje autónomo. A través de materiales didácticos manipulativos y actividades bilingües, los estudiantes desarrollan habilidades lingüísticas y numéricas mientras experimentan un sentido de logro y satisfacción al descubrir y comprender conceptos por sí mismos.
Entre los 9 y 12 años, los alumnos profundizan en su dominio del lenguaje y las matemáticas, y comienzan a abordar estudios más sistemáticos de diversas áreas culturales. Aplicando el enfoque Montessori bilingüe, se les proporciona un ambiente que estimula la investigación independiente y la colaboración, facilitando la comprensión de conceptos complejos a través de experiencias prácticas y contextuales. Esta etapa fomenta la autonomía personal y la capacidad de asumir responsabilidades en su aprendizaje, preparándolos para enfrentar con éxito los retos de la Educación Secundaria.
En Lengua, los estudiantes adquieren y perfeccionan habilidades fundamentales de lectura, escritura, y comunicación oral. Se enfocan en la comprensión de textos, la construcción de ideas, y la expresión de pensamientos de manera clara y coherente. Este desarrollo lingüístico es clave para su capacidad de interpretar el mundo y comunicarse efectivamente en diversos contextos.
En Literatura, los estudiantes exploran un amplio espectro de voces y estilos, abarcando distintas épocas y culturas. Este estudio les permite desarrollar habilidades críticas para interpretar y apreciar el lenguaje, identificando temas universales y conectando con la experiencia humana en toda su diversidad. La literatura también fomenta la imaginación, la empatía, y la capacidad de reflexionar sobre la identidad y el entorno, enriqueciendo su comprensión del mundo y su lugar en él.
Matemática se orienta hacia el dominio de conceptos numéricos y la capacidad de realizar operaciones básicas y avanzadas. Los estudiantes desarrollan el pensamiento lógico y la habilidad para resolver problemas matemáticos de manera eficiente. Este enfoque promueve la comprensión de patrones, relaciones, y estructuras matemáticas, que son esenciales en la vida cotidiana y en áreas académicas y profesionales.
Las Ciencias Sociales proporcionan a los estudiantes una comprensión profunda de la historia, la geografía, la economía, y la cultura. A través del estudio de las sociedades y sus interacciones, los estudiantes aprenden a contextualizar eventos históricos y a apreciar la diversidad cultural. Esta área fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de analizar y reflexionar sobre el funcionamiento de las sociedades y su evolución.
En Ciencias Naturales, los estudiantes exploran los principios fundamentales que rigen el mundo natural. Se adentran en el estudio de la biología, la física, la química, y la ecología, desarrollando una comprensión científica de los fenómenos que observan en su entorno. Este enfoque fomenta la curiosidad, el pensamiento crítico y la capacidad de aplicar el método científico en la resolución de problemas y en la toma de decisiones informadas.
En Inglés, el aprendizaje del idioma se aborda de manera bilingüe, lo que permite a los estudiantes desarrollar competencias avanzadas en comprensión y expresión tanto oral como escrita. Este enfoque asegura que los estudiantes no solo dominen el inglés como segunda lengua, sino que también puedan usarlo eficazmente en contextos académicos y sociales. La adquisición de habilidades en inglés amplía sus oportunidades y les prepara para un entorno global.
Tecnología se integra como una herramienta educativa esencial que amplifica las posibilidades de aprendizaje. Los estudiantes desarrollan habilidades tecnológicas que les permiten adaptarse a un entorno digital en constante cambio. La tecnología es utilizada para potenciar la creatividad, facilitar la investigación, y personalizar el aprendizaje, preparando a los estudiantes para un mundo cada vez más digitalizado.
De manera transversal, la educación emocional se centra en el desarrollo de la inteligencia emocional, que abarca la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las propias emociones, así como las de los demás. Los estudiantes aprenden a desarrollar empatía, a establecer relaciones saludables y a construir una autoestima sólida. Esta área es esencial para el bienestar personal y social, y es un pilar fundamental para el éxito tanto en la vida académica como en el ámbito personal. La integración de la educación emocional en todas las áreas del aprendizaje garantiza que los estudiantes no solo adquieran conocimientos, sino que también desarrollen las habilidades necesarias para enfrentarse a los desafíos emocionales y sociales que encontrarán a lo largo de sus vidas.